Comenzamos esta entrada para conmemorar este 8 de Marzo con una célebre cita: “Para los hombres el género es una coraza, y para las mujeres un corsé”. María José Guerra no lo podría haber descrito mejor.
En 1975, tras muchas luchas feministas, la ONU en Asamblea General declaró el 8 de marzo como día de la Mujer Trabajadora. En 1977 proclamó el 8 de Marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Es casi hiriente que tras luchas y luchas feministas el día reservado para las mujeres currelas esté tratado en singular, sin respetar la diversidad del colectivo, y además que la causa en sí no parezca lo suficientemente interesante como para aparecer sola en el calendario..
Cuando oigo el 8 de marzo se encuentra varios sentimientos, primero es admiración y agradecimiento hacia aquellas compañeras asesinadas, torturadas, conscientes de sus necesidades y de sus fuerzas unidas para darles respuesta, confabuladoras de huelgas, creadoras de estrategias de resistencia,... Luego llega la rabia, el grito en el cielo, los pies en la tierra.
Cuando sientes cierta inclinación hacia la izquierda se te hincha el pecho pensando en las revoluciones obreras, en los obreros hartos de aguantar, revelándose contra un patrón explotador, en las victorias arrancadas con martillos y llaves inglesas de manos llenas de oro que nunca extrajeron, en los nombres que quedaron para la historia, los que nos inspiran cuando no nos conformamos con lo que nos ofrecen...
Cuando sientes cierta inclinación hacia la izquierda y empiezas a sentirte feminista se te encoge el alma pensando en las revoluciones obreras, en las obreras hartas de aguantar, revelándose contra un patrón explotador, en las victorias invisibilizadas, en los nombres femeninos que borraron del libro de la irreverencia, en las referencias de mujeres que pudimos tener y no nos marcaron en la bibliografía cuando queríamos caminar hacia la utopía....
Porque la Historia no quiere a las mujeres por nuestra desobediencia, por el no acatar las normas, por el subvertir el orden establecido,... No, definitivamente, no nos han dejado hacer historia ni en la revolución.
Tras participar activamente en la lucha obrera el día que celebraba los triunfos laborales fue para los compañeros, y para las mujeres, si acaso un día a medias con la Paz Internacional.
Pero las pequeñas cosas son las que construyen espacios liberadores, y porqué no regalarles un espacio a ellas, con nombre y apellidos; a algunas de las mujeres que han incidido en nuestra sociedad y han ayudado a que sea un poquito mejor, con sus pensamientos, con sus pinturas, con sus descubrimientos, con su música... Tres no son multitud ni mucho menos, pero es trabajo de todas y de todos, sacarlas a la luz, reconocer sus trabajos y visibilizar que las mujeres aún con grandes cadenas atadas a los tobillos, pesadas losas cargadas a sus espaldas, puntiagudas piedras lanzadas sobre su cuerpo, axfisiantes corsés apretados en sus cinturas... hacen historia, ¿hacemos, quizás?
Tres pensadoras: Simone de Beauvoir, Angela Davis, Emma Goldman
Tres pintoras: Elizabeth Blackwell, Frida Kahlo, Mary Cassat
Tres científicas: Rosalind Franklin, Jocelyn Bell, Augusta Ada Byron
Tres músicas: Mary Anna Mozart, Alice Coltrane, Bárbara Recanati
Para apoyar lo que simobliza el día 8 de Marzo ¡te esperamos!
En 1975, tras muchas luchas feministas, la ONU en Asamblea General declaró el 8 de marzo como día de la Mujer Trabajadora. En 1977 proclamó el 8 de Marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
Es casi hiriente que tras luchas y luchas feministas el día reservado para las mujeres currelas esté tratado en singular, sin respetar la diversidad del colectivo, y además que la causa en sí no parezca lo suficientemente interesante como para aparecer sola en el calendario..
Cuando oigo el 8 de marzo se encuentra varios sentimientos, primero es admiración y agradecimiento hacia aquellas compañeras asesinadas, torturadas, conscientes de sus necesidades y de sus fuerzas unidas para darles respuesta, confabuladoras de huelgas, creadoras de estrategias de resistencia,... Luego llega la rabia, el grito en el cielo, los pies en la tierra.
Cuando sientes cierta inclinación hacia la izquierda se te hincha el pecho pensando en las revoluciones obreras, en los obreros hartos de aguantar, revelándose contra un patrón explotador, en las victorias arrancadas con martillos y llaves inglesas de manos llenas de oro que nunca extrajeron, en los nombres que quedaron para la historia, los que nos inspiran cuando no nos conformamos con lo que nos ofrecen...
Cuando sientes cierta inclinación hacia la izquierda y empiezas a sentirte feminista se te encoge el alma pensando en las revoluciones obreras, en las obreras hartas de aguantar, revelándose contra un patrón explotador, en las victorias invisibilizadas, en los nombres femeninos que borraron del libro de la irreverencia, en las referencias de mujeres que pudimos tener y no nos marcaron en la bibliografía cuando queríamos caminar hacia la utopía....
Porque la Historia no quiere a las mujeres por nuestra desobediencia, por el no acatar las normas, por el subvertir el orden establecido,... No, definitivamente, no nos han dejado hacer historia ni en la revolución.
Tras participar activamente en la lucha obrera el día que celebraba los triunfos laborales fue para los compañeros, y para las mujeres, si acaso un día a medias con la Paz Internacional.
Pero las pequeñas cosas son las que construyen espacios liberadores, y porqué no regalarles un espacio a ellas, con nombre y apellidos; a algunas de las mujeres que han incidido en nuestra sociedad y han ayudado a que sea un poquito mejor, con sus pensamientos, con sus pinturas, con sus descubrimientos, con su música... Tres no son multitud ni mucho menos, pero es trabajo de todas y de todos, sacarlas a la luz, reconocer sus trabajos y visibilizar que las mujeres aún con grandes cadenas atadas a los tobillos, pesadas losas cargadas a sus espaldas, puntiagudas piedras lanzadas sobre su cuerpo, axfisiantes corsés apretados en sus cinturas... hacen historia, ¿hacemos, quizás?
Tres pensadoras: Simone de Beauvoir, Angela Davis, Emma Goldman
Tres pintoras: Elizabeth Blackwell, Frida Kahlo, Mary Cassat
Tres científicas: Rosalind Franklin, Jocelyn Bell, Augusta Ada Byron
Tres músicas: Mary Anna Mozart, Alice Coltrane, Bárbara Recanati
Para apoyar lo que simobliza el día 8 de Marzo ¡te esperamos!
