miércoles, 16 de noviembre de 2016

Minerales de sangre

Como sucede con todos o casi todos los bienes de consumo, detrás del los productos más avanzados tecnológicamente hay una cruda y dura realidad de explotación y expolio. El documental Evictims deja patente el drama humano más reciente de la República Democrática del Congo como ya lo hiciera hace algunos años el vídeo Coltán el comercio sangriento.

Hay organizaciones como Alboan que trabajan para paliar los efectos de estos abusos. Por ejemplo, a través de su proyecto tecnología libre de conflicto. E iniciativas que surgen un modelo de negocio basado en una economía al servicio de las personas como es el caso de Fairphone. Pero no vale sólo con el compromiso de ONGs o consumo de productos producidos de forma ética, es necesario un cambio estructural que permita el desarrollo de los pueblos empobrecidos y su autogestión sin las presiones gubernamentales o de grandes transnacionales. Es nuestro deber pues tomar conciencia, incluso en los actos más insignificantes del día a día y tratar de que, en este mundo loco que salva a las empresas y mata a las personas, su impacto sume. Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.

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