miércoles, 15 de febrero de 2017

1/3 de los alimentos se desperdicia mientras miles de personas pasan hambre

Hasta un tercio de todos los alimentos se estropea o se desperdicia antes de ser consumido por las personas.

Así dice la campaña de Manos Unidas en su campaña "Campaña 58: El mundo no necesita más comida. Necesita más gente comprometida"

Un tercio de nuestros alimentos acaba en la basura. Mientras, 800 millones de personas siguen pasando hambre en el mundo.

Manos Unidas nació como Campaña contra el Hambre para dar respuesta a una llamada de la Comunidad Internacional a unir esfuerzos y acabar con esa lacra en el mundo. Sesenta años después asistimos a lo que San Juan Pablo II denominó "la paradoja de la abundancia": a pesar de que se produce lo suficiente para alimentar a casi el doble de la población mundial actual, sigue habiendo 800 millones de personas a las que se niega el derecho fundamental a alimentarse.  





Es un exceso en una época en la que casi mil millones de personas pasan hambre, y representa una pérdida de mano de obra, agua, energía, tierra y otros insumos utilizados en la producción de esos alimentos. Así lo dice la FAO (enlace).

Tras el lucro del despilfarro (fuente):

El actual sistema de compra y venta de alimentos pone en riesgo los derechos de las personas más vulnerables y al planeta, según los expertos, que abogan por el consumo local (fuente).

En España se desperdician anualmente ocho millones de toneladas de alimentos; en Europa, un 60% del despilfarro que se realiza en los hogares sería evitable, según la Comisión Europea. Resulta muy cómodo ir a comprar a los grandes supermercados porque encontramos productos de temporada durante todo el año, a buenos precios y cerca de casa. Pero, con ello, “promovemos un modelo menos sostenible y saludable que concentra, desperdicia y promueve el consumo de productos cada vez más industrializados que escapan nuestra capacidad de decisión”, explica Marco Gordillo, coordinador de campañas de Manos Unidas. Esta organización identifica el despilfarro alimentario como una de las grandes problemáticas para combatir el hambre en el mundo. Así lo subraya en su campaña Trienio de lucha contra el hambre que han lanzado este 2016. Tener acceso a productos económicos nos hace sentir beneficiarios pero, como apunta Gordillo, “es importante tomar conciencia de que con este sistema de producción y distribución de alimentos también somos víctimas y cómplices. Hemos sido capaces de aumentar la producción pero no de distribuir los alimentos equitativamente alrededor del mundo”.

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