miércoles, 15 de julio de 2015

La hipocresía de Occidente

Extracto del artículo de "Público": seguir enlace.

Sin embargo, para Adzuba todo esto no sucedería si los rebeldes no tuvieran armas. “¿Quién es el salvaje, el que comete los crímenes o quienes les dan las armas? Nosotros morimos para que ustedes puedan tener sus smartphones”, señalaba con el dedo la periodista a la gente de la sala. “Las mujeres mueren a cada segundo y son violadas por culpa del progreso tecnológico”.

Según cuenta la congoleña, el coltán que procede de su país y de Colombia hace que empresas multinacionales estén interesadas, financien las armas y provoquen situaciones de guerra. “No es una guerra africana, son los europeos y americanos los que están matando a los africanos”, remarcaba.

Para Adzuba lo peor de todo es que cuando esa población indefensa quiere salir del Congo y evitar un conflicto provocado por los intereses de las multinacionales, cruzan el mar les llaman “inmigrantes clandestinos”. “Nos imponen la guerra en nuestro país y no quieren que huyamos de ese terror”, critica a las instituciones Occidente a la que vez que las acusa de hipócritas.

“El Banco Mundial nos manda dinero y muchas organizaciones nos mandan ayuda; lo único que hacen es devolvernos lo que nos han robado”, sentencia Adzuba. Igual que ella, muchos congoleños sólo quieren la paz y concienciar a las personas de cómo es la situación que vive su país. “Sólo pedimos vivir”.


Uno de los casos más impactantes que ha contado durante su conferencia ha sido el de Janet, una mujer de 32 años y cuatro hijos que vivía con su marido en una aldea que atacaron los rebeldes. Mataron a su marido y la llevaron a ella y a sus hijos a la selva y, una vez allí, ataron a Janet a un árbol y la torturaron a base de apagar cigarrillos en su cuerpo y violarla. “Pasaron los días, la soltaron del árbol y la dieron de comer carne. Ella quería ver a sus hijos y no la dejaban, hasta que un día le dijeron que la carne que le habían dado para alimentarse eran sus hijos. Ella no asimilaba aquello y le trajeron un saco con las cabezas de los tres niños”, relata Adzuba haciendo que la sala de oyentes estremeciera. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario